Las autoridades del condado Douglas, en Georgia, arrestaron a William King y Amber Rivera, ambos de 20 años, tras descubrir que su hija de apenas cinco meses presentaba más de 30 huesos rotos, presuntamente producto de abuso físico prolongado.
La menor se ingresó a un hospital local el 24 de agosto, cuando sus padres la llevaron a la sala de emergencias después de seis semanas bajo su cuidado directo.
Los reportes médicos revelaron múltiples fracturas en costillas, brazos y piernas, algunas en diferentes etapas de curación, lo que sugiere episodios repetidos de maltrato físico.
Los agentes del Sheriff del condado Douglas indicaron que la bebé había pasado varios meses en la Unidad de Cuidados Intensivos desde su nacimiento prematuro. Tras examinar las lesiones, los médicos alertaron a las autoridades al determinar que eran incompatibles con un accidente doméstico o automovilístico, tal como alegaron inicialmente los padres.

Investigan caso de violencia infantil extremo en Georgia
“Los informes médicos fueron claros: se trató de un abuso prolongado y repetido”, señaló la oficina del Sheriff en un comunicado oficial.
La investigación incluyó entrevistas con pediatras, familiares y testigos, y permitió a la policía concluir que los padres eran responsables del maltrato.
William King y Amber Rivera fueron acusados de crueldad infantil en primer y segundo grado, intento de asesinato; conspiración para cometer una felonía, agresión agravada y obstrucción de la justicia.
Actualmente, la bebé continúa recibiendo atención médica especializada, mientras los acusados permanecen detenidos a la espera de su audiencia judicial.
Las autoridades locales calificaron el caso como uno de los episodios de violencia infantil más graves registrados en la región en los últimos años; subrayando la importancia de la vigilancia y la denuncia para proteger a los menores de situaciones de abuso y negligencia extrema.
 
		 
			

















