Las Fuerzas Conjuntas de Sudán, una alianza del Ejército regular y grupos armados, acusaron este martes 28 de octubre al grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) de asesinar a más de 2.000 civiles desarmados; en su mayoría mujeres, niños y ancianos, durante la captura de la ciudad de Al Fasher, en el suroeste del país.
Según el comunicado oficial, se trata de una “escena impactante para toda la Humanidad”; que constituye una de las peores masacres desde el inicio del conflicto sudanés.
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La alianza condenó con la mayor firmeza estos crímenes atroces, responsabilizando también a Emiratos Árabes Unidos, acusado de patrocinar a las FAR.
Además, exigió que los autores sean llevados ante la justicia, señalando que los hechos “constituyen crímenes de guerra, de lesa humanidad y genocidio”; y pidió a la ONU declarar a las FAR como organización terrorista.

Masacre en Sudán
Por su parte, la Red de Médicos de Sudán denunció que los asesinatos fueron perpetrados por motivos étnicos; en el marco de la ofensiva que llevó a la caída de Al Fasher, el último bastión del Ejército sudanés en Darfur.
El Gobierno acusó la participación de mercenarios extranjeros procedentes de Colombia, Sudán del Sur y Chad; y responsabilizó a la comunidad internacional por su inacción y falta de voluntad política para frenar la guerra.
La Unión Africana (UA) también condenó las graves violaciones de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario, advirtiendo que los responsables deberán rendir cuentas. Con la toma de Al Fasher, las FAR consolidan el control casi total de Darfur; donde ya han anunciado un Gobierno paralelo junto a grupos opositores.
السودان – تقارير مروعة عن إعدامات وانتهاكات خطيرة من قوات الدعم السريع في الفاشر وكردفانhttps://t.co/VPd7kAGdzX pic.twitter.com/5hhLl5ZJua
— الأمم المتحدة (@UNarabic) October 27, 2025
La guerra civil en Sudán, iniciada en abril de 2023, ha generado la peor crisis humanitaria del planeta, con la mitad de la población en inseguridad alimentaria grave y más de 13 millones de desplazados.
Las FAR, herederas de las milicias Yanyauid, fueron creadas por el Gobierno en 2003 para reprimir la insurgencia de etnias africanas en Darfur; y hoy encabezan una de las campañas más sangrientas del continente africano.
 
		 
			

















