Estudiantes de siete reconocidas universidades en Estados Unidos se han sumado a las protestas contra lo que califican como medidas arbitrarias impulsadas por el presidente Donald Trump, en el marco de su primer año de mandato.
La movilización estudiantil responde al rechazo de un convenio federal que, según denuncian, condiciona el acceso a fondos públicos a la aceptación de normas gubernamentales relacionadas con admisiones, contratación y libertad de expresión.
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Asimismo, a comienzos de octubre, la Administración Trump envió un memorando a nueve universidades; proponiendo la firma del denominado «Pacto para la Excelencia Académica en la Educación Superior».
El acuerdo ofrece beneficios financieros y administrativos, como préstamos estudiantiles, contratos federales, visados académicos y nuevas ayudas millonarias; a cambio de concesiones institucionales que fueron calificadas como inadmisibles por la mayoría de las casas de estudio.

Política de Trump en las universidades
Entre dichas imposiciones se encuentra la limitación del número de estudiantes extranjeros, dejar de considerar la raza, el género y otras características demográficas en el proceso de admisión, aceptar la definición gubernamental de género y aplicarla a los baños; entre otras medidas.
Las universidades que rechazan formalmente el convenio incluyen la Universidad de Arizona, la Universidad de Brown, el Dartmouth College, el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT); la Universidad de Pensilvania, la Universidad del Sur de California y la Universidad de Virginia. Estas instituciones manifestaron su desacuerdo con lo que consideran un intento de intervención federal en la autonomía académica.
En contraste, medios locales informaron que la Universidad de Vanderbilt expresó reservas; mientras que la Universidad de Texas mostró disposición a firmar, marcando una diferencia en el posicionamiento institucional frente a la propuesta gubernamental.
Las protestas estudiantiles se han intensificado en los campus, exigiendo respeto a la independencia universitaria y cuestionando la legitimidad de condicionar recursos públicos a alineamientos ideológicos o administrativos.
We need to call out those who cave to Trump's bullying, and that is exactly what UVA is doing here.
It's not just wrong — it's counterproductive, feeds the beast, and just encourages more mafia-like blackmail from this lawless administration. https://t.co/zEwcazy0ih
— Senator Chris Van Hollen (@ChrisVanHollen) October 23, 2025
Protestas universitarias en EE.UU.
En abril pasado, universidades como Harvard, Yale, Princeton y Pensilvania, entre otras, firmaron una misiva contra la Administración Trump; acusándola de ejercer represalias políticas y no auténticas acciones gubernamentales.
Finalmente, más de cien casas de altos estudios denunciaron que, por no alinearse con la agenda política conservadora de los republicanos, pueden ser víctimas de castigos como la congelación de fondos federales, la terminación de acuerdos plurianuales o amenazas con retirar la condición de exención fiscal; lo cual implicaría que estas instituciones tendrían que pagar impuestos y ser tratadas como entidades políticas.
 
		 
			

















