Maribel Guardia e Imelda Tuñón acudieron este lunes al Juzgado Noveno de lo Familiar del Tribunal Superior de Justicia de Cuernavaca para declarar en relación con la herencia de Julián Figueroa, hijo de la actriz y del fallecido cantautor Joan Sebastian. La audiencia, que se prolongó por casi nueve horas, marcó un nuevo capítulo en la disputa familiar que ha captado la atención mediática desde la muerte de Figueroa en 2023.
Maribel Guardia, visiblemente conmovida a su salida, aclaró que el proceso corresponde a un juicio de apelación promovido por Tuñón, quien ha decidido impugnar el testamento dejado por Julián.
“Este es apenas el primer encuentro de un largo proceso. Yo quiero lo mejor para el niño. En el testamento, el heredero universal es José Julián, pero yo no lo intesté. Yo no tengo vela en este entierro”, afirmó Guardia, manteniendo distancia de la controversia y enfatizando que su prioridad es el bienestar de su hijo.
Por su parte, Marco Chacón, esposo y representante legal de Maribel, explicó que la impugnación presentada por Imelda se centra en cuestionar la autenticidad del documento fechado en marzo de 2018 en Zihuatanejo.
Maribel Guardia e Imelda Tuñón defienden su verdad
Aunque inicialmente Tuñón aseguró no estar interesada en la herencia de su difunto esposo, más tarde decidió iniciar acciones legales al enterarse de la existencia del testamento, argumentando motivos legales y personales.
Durante la audiencia, ambas partes ofrecieron declaraciones independientes, manteniendo firme su posición sobre lo que consideran justo. La relación de Maribel Guardia con su nieto, José Julián, sigue siendo limitada; la actriz reconoció que no ha tenido contacto con él en varios meses, pero se mostró afectuosa al recordar los años que pasó con él.
Este proceso judicial podría extenderse durante meses, y aunque todavía es temprano, la atención mediática promete mantener a la opinión pública pendiente de cada desarrollo en la disputa entre Maribel Guardia e Imelda Tuñón. Ambas se han mostrado decididas a defender sus derechos y prioridades familiares, mientras los tribunales analizan la validez y los alcances del testamento en cuestión.
