El 17 de octubre de 2025, Shohei Ohtani volvió a demostrar por qué es considerado uno de los jugadores más completos en la historia del béisbol, al alcanzar un hito histórico en la MLB. Durante el Juego 4 de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional (NLCS) contra los Milwaukee Brewers, Ohtani se convirtió en el primer lanzador en la historia de las Grandes Ligas en conectar un jonrón de apertura en un juego, un logro que resalta no solo su capacidad como bateador, sino también su dominio en el montículo.
El jugador de los Dodgers lideró la ofensiva con tres jonrones, incluyendo un impresionante batazo de 469 pies desde el Dodger Stadium. Con esto, Ohtani se convirtió en solo el séptimo jugador en la historia de la MLB en conectar tres jonrones en un juego de postemporada y al mismo tiempo mantenerse activo como lanzador.
Su desempeño al bate complementó su actuación en el montículo: lanzó seis entradas completas sin permitir carreras, ponchando a 10 bateadores rivales, una combinación de estadísticas que nunca antes se había registrado en la MLB.

Gracias a esta actuación histórica, Ohtani recibió el reconocimiento como Jugador Más Valioso (MVP) de la NLCS; consolidando aún más su estatus como figura estelar de los Dodgers y del béisbol mundial. Su habilidad para destacar simultáneamente como lanzador y bateador continúa redefiniendo lo que significa ser un jugador completo en la MLB, y su nombre se une a leyendas del deporte por sus logros extraordinarios.
MVP de la NLCS: Shohei Ohtani redefine la historia del béisbol en la MLB
El impacto de Ohtani trasciende las estadísticas. Su capacidad para dominar en ambos aspectos del juego —batear y lanzar— genera un efecto motivador para jóvenes atletas y aficionados de todo el mundo. La MLB ha visto pocas actuaciones tan completas y memorables, y la hazaña de Ohtani resalta la importancia del talento; la disciplina y la perseverancia en el deporte profesional.
Con su histórica actuación, Shohei Ohtani no solo ayudó a los Dodgers a acercarse a la Serie Mundial; sino que también dejó una marca imborrable en la historia de la MLB. Su capacidad para brillar bajo presión, combinada con su versatilidad; asegura que este momento será recordado como uno de los más emblemáticos en la historia del béisbol.
 
		 
			

















