Detrás del artista melancólico conocido como Joji se esconde una de las trayectorias más inesperadas del entretenimiento actual. Nacido como George Kusunoki Miller en Osaka, Japón, este músico nipo‑australiano pasó de crear videos en internet a emocionar al mundo con canciones introspectivas como su más reciente sencillo: “PIXELATED KISSES”.
Antes de convertirse en ícono del lo-fi y el R&B alternativo, Joji fue mejor conocido como Filthy Frank y Pink Guy, personajes caóticos que protagonizaban contenido extremo y bizarro en YouTube. Uno de los fenómenos que impulsó fue el viral “Harlem Shake”, que revolucionó internet en 2013.
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Pero pocos saben que una de las razones por las que abandonó esa faceta fue una condición neurológica que le provoca convulsiones por estrés. Este problema de salud fue clave para su transición definitiva a la música.
Otro dato curioso: a pesar de su talento musical, Joji nunca estudió música formalmente. Aprendió a producir desde su adolescencia, experimentando con software casero como GarageBand.
Joji como nunca lo habías visto
Su capacidad autodidacta y su sensibilidad emocional lo convirtieron en una figura clave del sello 88rising, que impulsa a artistas asiáticos en la industria global.
Joji es extremadamente reservado: rara vez da entrevistas y mantiene una estética misteriosa tanto en sus videos como en redes sociales. Su música, sin embargo, habla alto y claro. En “PIXELATED KISSES”, él mismo compuso, produjo y grabó todo, lo que resalta su autenticidad artística.
De comediante irreverente a referente sonoro de una generación que siente más de lo que dice, Joji es, sin duda, uno de los artistas más fascinantes y camaleónicos de la última década.
