
Durante el Congreso Mundial en Defensa de la Madre Tierra, la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, responsabilizó al “capitalismo depredador” como la causa principal de la crisis climática global.
En su discurso, criticó que el Norte global promueva una “transición verde” que, en la práctica, profundiza la desigualdad energética y explota los recursos del Sur. Denunció que mecanismos como los “bonos verdes” legitiman la contaminación de las potencias, bajo la falsa premisa de que la vida puede comercializarse.
Rodríguez destacó datos alarmantes: 366 millones de personas carecen de acceso a electricidad, mientras 2.100 millones dependen de querosén, carbón o leña para cocinar. Asimismo, denunció un “colonialismo ambiental” impulsado por quienes desean apoderarse de los recursos del Sur y obligar a esos países a asumir costos ambientales. Frente a ello, exigió justicia ambiental y social, recordando que los pueblos del Sur tienen la huella ecológica más baja.
Además, la vicepresidenta advirtió que el hiperconsumo y tecnologías emergentes como la inteligencia artificial elevan el estrés sobre recursos hídricos y energéticos. En consecuencia, propuso revertir el sistema actual, promover una economía circular (reutilizar, reciclar, renovar) y rechazar el excesivo consumo. También reseñó que en Venezuela se han llevado a cabo programas de reforestación, inspirados en el histórico Decreto de Chuquisaca de Simón Bolívar, para honrar el legado ambiental del libertador.
#ENVIVO | "En el año 2024 hubo una deforestación con más de 67.000 kilómetros cuadrados de bosques tropicales vírgenes fueron destruidos, un récord bastante alarmante que no llena de orgullo a nadie" confirmó la vicepresidenta de #Venezuela, Delcy Rodríguez pic.twitter.com/PsWHkzf6SU
— teleSUR TV (@teleSURtv) October 10, 2025
“Capitalismo depredador”, la acusación oficial venezolana
Rodríguez enfatizó que 2024 fue el año más caluroso registrado, con récords de emisiones de CO₂ y destrucción de bosques tropicales. Señaló que el 1 % más rico del mundo consumió su cuota anual de CO₂ en apenas diez días. Finalmente, lanzó un llamado a defender la vida y la paz, acusando al “guerrerismo estadounidense” de amenazar a Venezuela y advirtiendo que la demanda energética de las revoluciones tecnológicas podría agravar aún más la crisis ecológica.

El encuentro, inaugurado el 9 de octubre en Caracas, reúne a más de 3.000 participantes de 62 países. Sus debates incluyen derechos de la Tierra, modelo socioeconómico, biodiversidad, contaminación y economía sostenible. El congreso pretende construir una agenda global que enfrente el extractivismo y proponga alternativas reales para el presente ambiental.
		
			
















