Un estudio del Instituto Tecnológico de Illinois (EE. UU.) reveló que consumir sandía todos los días puede favorecer la salud vascular en personas con presión arterial elevada. La investigación incluyó a 39 voluntarios que, durante cuatro semanas; recibieron una bebida de control o bien una o dos tazas de pulpa de sandía al día.
Aunque los resultados no mostraron cambios significativos en la presión arterial, sí evidenciaron un impacto positivo en la sangre. Los investigadores detectaron un aumento de L-arginina y un mejor equilibrio con la molécula ADMA, compuestos clave para la producción de óxido nítrico; sustancia que dilata y protege los vasos sanguíneos.
La sandía, gracias a su riqueza en fibra, vitaminas, minerales y antioxidantes; refuerza el sistema circulatorio y ayuda a prevenir enfermedades cardíacas. Estudios previos también confirmaron que su consumo mejora los perfiles lipídicos y la capacidad antioxidante, lo que la convierte en un alimento funcional con gran potencial para la salud.
Los autores del estudio destacan que los beneficios podrían ser mayores con dosis más altas o un tiempo prolongado de consumo. Además, planean investigaciones futuras que comparen la fruta fresca con concentrados de aminoácidos, y ensayos con grupos de voluntarios más amplios para obtener datos concluyentes.
La sandía protege arterias y vasos sanguíneos
La sandía, además de nutritiva; es refrescante y fácil de integrar en la dieta diaria. Su alto contenido de agua la hace ideal para mantener la hidratación; mientras que su aporte de compuestos bioactivos contribuye al cuidado del corazón. Estas características la colocan como una fruta accesible y funcional para distintos estilos de vida.
Los científicos subrayan que la sandía no reemplaza tratamientos médicos, pero sí representa un complemento natural para fortalecer la salud vascular. Con más estudios en curso, esta fruta podría consolidarse como una herramienta clave en la prevención de enfermedades cardiovasculares y en la promoción del bienestar general.
