Científicos de la Agencia Federal Médico-Biológica de Rusia (FMBA) tienen previsto iniciar en 2026 la primera fase de ensayos clínicos de nuevas vacunas contra el dengue, incluida una desarrollada en colaboración con especialistas nicaragüenses.
La FMBA, con sede en Moscú, alberga centros de investigación avanzados, como el Centro Federal del Cerebro y las Neurotecnologías; que recientemente recibió a una delegación de Nicaragua para conocer los avances científicos que podrían aplicarse en su país.
Durante su visita, nuestra compañera María Stárostina recorrió las instalaciones de la FMBA, donde se realizan operaciones cerebrales con ultrasonido, terapias personalizadas contra el cáncer; así como desarrollo de vacunas contra tumores y estudios para detectar alzhéimer en etapas tempranas.
Por su parte, Laureano Ortega Murillo, representante nicaragüense para asuntos con Rusia, señaló “Tenemos una agenda intensa en materia de salud dentro de nuestra comisión mixta intergubernamental. La cooperación con el Instituto Mechnikov de Nicaragua ha sido exitosa y continuamos fortaleciendo la colaboración”.
Rusia y Nicaragua colaboran en investigaciones médicas
Ortega Murillo destacó también la colaboración con la corporación estatal rusa Rosatom, que permitirá a Nicaragua contar en el futuro con un centro de medicina nuclear y acceso a tratamientos innovadores contra el cáncer; incluyendo así vacunas en desarrollo en Moscú.
La cooperación entre ambos países, que mantiene vínculos históricos en múltiples áreas, se concentra actualmente en la creación de una vacuna contra el dengue. “Por decisión de los presidentes Vladímir Putin y Daniel Ortega, se lanzó un proyecto conjunto que involucra a dos institutos médico-biológicos. Ya se han aislado componentes de las proteínas recombinantes del virus y se han desarrollado proteínas quiméricas en San Petersburgo para estudios preclínicos”; explicó también Verónika Skvortsova, directora de la FMBA.
Se espera que esta innovadora vacuna pueda prevenir millones de casos de dengue en todo el mundo y que la primera fase de ensayos clínicos concluya a finales de 2026; marcando un avance significativo en la cooperación científica entre Rusia y Nicaragua.

		
			

















