Rusia y China dieron un nuevo paso en su cooperación energética al firmar un memorando legalmente vinculante para la construcción de dos grandes proyectos de infraestructura: el gasoducto Fuerza de Siberia-2 y el gasoducto de tránsito Unión Oriente, cuya ruta pasará por Mongolia.
El anuncio fue realizado por Alexéi Miller, director general de Gazprom; quien destacó que el acuerdo se alcanzó tras la declaración conjunta de los líderes de Rusia, China y Mongolia.
Según lo previsto, el Fuerza de Siberia-2 permitirá suministrar 50.000 millones de metros cúbicos de gas al año desde los yacimientos de Siberia Occidental hacia el mercado chino. El contrato tendrá una vigencia de 30 años, lo que convierte al proyecto en un pilar de la cooperación a largo plazo entre ambos países.
Autoridades de Moscú y Pekín señalaron que esta infraestructura consolidará a Rusia como un proveedor energético clave para Asia; en un momento en el que el mercado global del gas atraviesa un proceso de reconfiguración.
Rusia y China construirán dos nuevos gasoductos
Refuerzo de la cooperación estratégica
En paralelo, Miller informó que Gazprom y la Corporación Nacional de Petróleo de China (CNPC) acordaron ampliar el transporte de gas por el actual gasoducto Fuerza de Siberia; que pasará de 38.000 a 44.000 millones de metros cúbicos anuales.
Además, se incrementarán los volúmenes transportados a través de la ruta del Lejano Oriente, que crecerán de 10.000 a 12.000 millones de metros cúbicos.
El gasoducto Fuerza de Siberia, inaugurado en 2019, cuenta con una extensión cercana a los 3.000 kilómetros y conecta los yacimientos de Chayandinskoye, en Yakutia, y Kovyktinskoye, en la región de Irkutsk, con el territorio chino.
Con estos acuerdos, Rusia y China profundizan su asociación estratégica en el sector energético, afianzando un vínculo que redefine el mapa de suministros en Asia.
