Steven Smink, ex propietario de una bolera en Deerfield Township, Nueva Jersey, EEUU; fue hallado culpable de conspirar para asesinar a fiscales y jueces que participaron en su condena previa por incendio provocado.
El hombre de 62 años, residente de Filadelfia, comenzó a planear los homicidios mientras cumplía su sentencia de 15 años de prisión; según informó la Fiscalía General de Nueva Jersey.
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Este mes, Smink fue declarado culpable de conspiración para cometer asesinato, intento de asesinato, porte ilegal de armas y conspiración para porte de armas. Enfrenta al menos 30 años de cárcel y una posible cadena perpetua en EEUU.
El fiscal general Matthew Platkin señaló que Smink intentó vengarse de servidores públicos que “cumplieron con su deber” y que las autoridades intervinieron antes de que alguien resultara herido.

Desde prisión, Smink planeó asesinar a fiscales de EEUU
De acuerdo con la investigación, entre 2018 y 2020 Smink diseñó desde prisión un plan para asesinar a la fiscal del condado de Cumberland, Jennifer Webb-McRae, al primer fiscal adjunto Harold Shapiro; a dos jueces del Tribunal Superior y a otro fiscal adjunto. Pretendía financiar los asesinatos con la venta de armas y recuerdos deportivos.
En un inicio, Smink buscó a un miembro de la pandilla Latin Kings como sicario, pero este falleció antes de ejecutar el plan. Más tarde recurrió a otra persona; sin saber que se trataba de un testigo colaborador.
En conversaciones grabadas llegó a sugerir que los crímenes parecieran represalias pandilleras para desviar la atención de las autoridades.
El caso de Smink se suma a una serie de episodios recientes en Estados Unidos en los que se ha intentado contratar sicarios para resolver disputas personales; familiares y legales, lo que ha llevado a múltiples acusaciones y sentencias en diferentes estados.


















