Las fuerzas israelíes llevaron a cabo este jueves 28 de agosto una serie de ataques aéreos contra localidades del sur del Líbano, en clara violación del acuerdo de alto el fuego vigente desde noviembre pasado.
Los bombardeos impactaron principalmente en zonas rurales como Al-Gabour, Al-Qatrani, Al-Jarmaq y Al-Mahmoudiya, además de la localidad de Kfar Kila, donde drones lanzaron varios proyectiles, uno de ellos dirigido contra un vehículo municipal.
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El Ejército israelí justificó estas agresiones alegando que destruyeron “infraestructuras terroristas” y un lanzacohetes perteneciente a Hezbolá.
No obstante, estos ataques se produjeron en paralelo a las presiones del gobierno libanés, alineado con la agenda de Estados Unidos; para el desarme de Hezbolá, que rechaza cualquier entrega de armas mientras Israel mantenga su proyecto colonial y genocida contra los pueblos árabes.
Israel insiste en su ofensiva en el sur del Líbano
En este complejo escenario, destaca la figura del enviado especial de Washington para Siria, Thomas Barrack, quien, en medio de protestas en su contra, canceló parte de su gira por el sur del Líbano.
A pesar de ello, insistió en que el plan libanés para el desarme de Hezbolá será presentado en los próximos días.
Ignorando las reiteradas violaciones de Israel a los acuerdos de alto el fuego, tanto en Líbano como en Gaza, Barrack defendió que el Estado israelí estaría dispuesto a hacer “concesiones” si la milicia chií entrega sus armas, y sugirió reemplazar la supuesta ayuda iraní con inversiones de los países del Golfo.
📍En #ElMapa analizamos que hay detrás de la estrategia de #EstadosUnidos al proponer un plan de desarme junto al analista internacional @pablojofreleal
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— El Mapa (@ElMapatlSUR) August 28, 2025
El sur del Líbano, aún devastado por la guerra del año pasado, vuelve a convertirse en blanco de la agresión sionista. Mientras tanto, Israel persiste en incumplir la tregua y en sus ataques casi diarios, evidenciando una estrategia calculada para imponer su dominio regional.
