Siempre llega el indicado: Taylor Swift y la lista de sus amoríos

Foto: Taylor Swift y sus ex: un repaso romántico /Cortesía
Foto: Taylor Swift y sus ex: un repaso romántico /Cortesía

Si hay algo que Taylor Swift ha dejado claro a lo largo de su carrera, es que no solo domina los escenarios y los Grammy, sino también… los corazones. La cantante de 35 años ha tenido una lista de novios que podría confundirse con el elenco de una telenovela, y muchos de ellos han terminado inmortalizados en sus canciones, para bien o para mal.

Empezando por sus romances adolescentes, Taylor tuvo coqueteos con estrellas jóvenes de la televisión y la música, como Joe Jonas, con quien aparentemente aprendió que cortar una relación por mensaje de voz no es exactamente romántico.

Luego vinieron los años de fama pop con John Mayer, Taylor Lautner y Jake Gyllenhaal; estos nombres no solo dieron titulares, sino que también inspiraron melodías que los fans aún tararean mientras comen helado y lloran un poquito.

En la lista también se encuentran los famosos del deporte y la música: Harry Styles, Calvin Harris y Tom Hiddleston. Sí, hubo un momento en que un simple saludo de Taylor y Tom causó más revuelo que un final de serie sorpresa. Y no podemos olvidar a Joe Alwyn, su romance más largo y discreto, que demostró que Taylor también sabe mantener secretos… al menos durante un tiempo.

Foto: Taylor Swift y sus ex: un repaso romántico /Cortesía
Foto: Taylor Swift y sus ex: un repaso romántico /Cortesía

Taylor Swift y sus ex: un repaso romántico

Ahora, con Travis Kelce en la ecuación, parece que la lista de amores de Taylor no se queda corta. Entre touchdowns, tours y canciones dedicadas, la cantante sigue demostrando que, además de escribir hits, sabe mantener a todos sus fans atentos a la próxima historia romántica que termine convertida en himno.

Al final del día, si algo nos ha enseñado Taylor Swift, es que el amor, la música y los dramas de pareja son ingredientes perfectos para una buena canción… y para carcajadas, selfies de fans y teorías infinitas en redes sociales. Porque, seamos honestos, seguir la vida amorosa de Taylor es más entretenido que cualquier reality show.

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