Ante las múltiples amenazas y peligros que se presentan a diario, Bomberos Unidos de Nicaragua impulsa un curso especializado en Operadores para Vehículos de Emergencia; con el objetivo de fortalecer las capacidades de sus integrantes en situaciones de alto riesgo. En esta ocasión, participan 32 miembros provenientes de distintos departamentos del país.
“Yo vengo de León y me siento sumamente contento de poder estar participando de estos cursos, ya que es de suma importancia poner en práctica nuestros conocimientos para atender a la población de la manera correcta. No es lo mismo atender un vehículo normal que un vehículo destinado a este tipo de emergencia, donde hay un sinnúmero de cosas que tenemos que aprender en cuanto a herramientas y facilidades del vehículo”; afirmó Mario Velázquez, miembro de Bomberos.
La capacitación tendrá una duración de un mes y 15 días, período en el cual los bomberos recibirán clases teóricas y prácticas sobre el uso y funcionamiento de las distintas herramientas que poseen los vehículos destinados a la atención de emergencias.
El curso busca garantizar que los participantes puedan familiarizarse con los equipos, mejorar su tiempo de respuesta y reforzar la seguridad durante los operativos. De esta manera, se pretende optimizar la capacidad de atención inmediata en casos de incendios; accidentes de tránsito u otras eventualidades que requieran una acción rápida.

Bomberos Unidos se capacitan en manejo de vehículos de emergencia
“Las técnicas que se van a impartir nos permiten actuar de manera rápida y oportuna ante cualquier necesidad donde se amerite hacer uso de estos vehículos, que son el medio para salvar vidas”; agregó Marcos Quezada, miembro del Cuerpo de Bomberos.
Los participantes expresaron sentirse motivados y con altas expectativas; resaltando que esta formación será clave para brindar un servicio más eficaz y oportuno en beneficio de la población nicaragüense.
Con este esfuerzo formativo, Bomberos Unidos reafirma su compromiso de profesionalizar a sus miembros y elevar los estándares de atención ante emergencias, asegurando que cada intervención no solo sea rápida y eficaz, sino también segura; tanto para la población como para los mismos bomberos.

 
		 
			

















