La mañana del lunes 18 de agosto, la tranquilidad de la comarca El Caño, en el municipio de El Cuá, del departamento de Jinotega, fue interrumpida por el hallazgo del cuerpo sin vida de Otoniel Irías.
Este fue encontrado en la vía pública con múltiples heridas de arma blanca en diferentes partes del cuerpo. Un equipo técnico de la Policía Nacional se encuentra en el lugar realizando las investigaciones pertinentes; aunque hasta el momento no se ha determinado el motivo del crimen ni se ha identificado a los presuntos autores.
Este trágico suceso se suma a otro asesinato ocurrido en la microrregión de Ayapal, el pasado 16 de agosto, específicamente en la comarca Atapalito del municipio de San José de Bocay.
María Magdalena Maradiago, de 40 años de edad, se encontraba en su hogar junto a sus dos hijos y su esposo, Joel Aguilar Rodríguez, de 46 años de edad; cuando un grupo de ocho individuos armados y vestidos con ropa oscura irrumpió en su vivienda.

Sangrientos crímenes en Jinotega
Según informes preliminares, los atacantes sacaron a Joel Aguilar Rodríguez de su casa y le dispararon tres veces a corta distancia, acabando con su vida al instante. Sorprendentemente, no se reportaron robos en la residencia, lo que ha llevado a las autoridades de Jinotega a investigar más a fondo las circunstancias que rodean este violento acto.
De esta forma, la Policía Nacional de Jinotega ha iniciado una búsqueda activa de los responsables de ambos crímenes; generando preocupación y temor entre los habitantes de estas comunidades.

Las investigaciones continúan y se espera que en los próximos días se logren avances significativos; los que permitan esclarecer estos casos y llevar ante la justicia a los culpables.
Igualmente, la comunidad permanece atenta a los desarrollos de estos lamentables incidentes; que han dejado una profunda huella en la sociedad jinotegana.


















