Indignación y repudio ha generado en Nicaragua un hecho que ha sacudido a toda la sociedad. Julio Francisco Gutiérrez Miranda, de 24 años, enfrenta un proceso judicial tras ser acusado por el Ministerio Público por los delitos de estupro y explotación sexual en perjuicio de una menor de edad.
De acuerdo con las investigaciones realizadas por la Policía Nacional y un peritaje del Instituto de Medicina Legal (IML), se determinó que la víctima presentaba una ruptura en la membrana himenal, compatible con el relato brindado durante la denuncia.
El informe forense señala que el desgarro se encuentra ubicado en la posición de las 4 horas (siguiendo el sentido de las manecillas del reloj), y aunque es de tipo parcial, representa evidencia suficiente para sustentar la acusación.
«Los niños se tienen que cuidar en Nicaragua, tanto los niños como las niñas, porque ahora si usted mira en las noticias solo eso miramos, violaciones y todas esas cosas por los tíos, los hermanos, primos, todo mundo. Entonces se tienen que cuidar. Las madres tienen que estar más pendientes de sus hijos»; señaló Doña Ana Aguirre.

Castigo para ese depredador sexual
«Bien merecido se lo tiene, por atrevido, porque las niñas se respetan, porque la niña falló en haberle seguido la corriente, pero es una niña y él sabía lo que le iba a hacer»; agregó.
La investigación también reveló que el acusado solicitaba a la menor la entrega de objetos de alto valor económico, además de exigirle la grabación y envío de contenido sexual explícito, prácticas que el Ministerio Público de Nicaragua tipificó como explotación sexual.
Estas acciones, según la acusación, fueron realizadas mediante manipulación emocional y presión psicológica; aprovechándose de la vulnerabilidad de la víctima.
De esta forma, el Ministerio Público solicita una condena de 11 años de prisión para Gutiérrez Miranda, considerando la gravedad de los delitos y el daño causado a la menor. La fiscalía sostiene que existen pruebas documentales, periciales y testimoniales que confirman los hechos imputados.

Todo el peso de la ley en Nicaragua contra ese monstruo
«Nadie está absuelto a la justicia porque todo el mundo tiene familia y tiene que pensar en que realmente hay niños, jóvenes; así como una señora adulta puede ser de 80 años y puede pasar eso. Eso no se debe dar en Nicaragua«; expresó Francisco Hernández.
La sociedad en Nicaragua se mantiene atenta al desarrollo del juicio, exigiendo justicia y protección efectiva para las niñas, niños y adolescentes del país.


















