En esta era de superficialidad desproporcionada, desde gente inepta que se hace famosa en redes sociales hasta música popular que ha perdido su esencia, hay una canción que me hace reflexionar sobre los tiempos en los que vivimos: “The Dope Show” de Marilyn Manson.
Polémico hasta la médula, pero con una visión muy aguda de las conductas sociales, Manson sigue vigente y acaba de romper récord con un concierto gratuito en San Luis de Potosí, México, al que asistieron más de 200 mil personas. Cómo te envidio, Potosí.
Más allá de su estética provocadora y sus escándalos, Manson siempre ha sido un crítico de la cultura de masas. Ha dicho en entrevistas que su intención nunca ha sido escandalizar por escandalizar, sino poner un espejo frente a la sociedad para que esta vea su propia hipocresía. Y “The Dope Show” es una de sus radiografías más precisas.
Lanzada en 1998, esta canción —cuyo video recuerdo que me daba miedo a mis 10 años— critica la cultura pop superficial de la televisión, que en ese entonces era la principal fuente de atención masiva.
¿Somos parte del Show de los Idiotas?
Si trasladamos esa crítica casi 30 años después, las fórmulas cambiaron, pero la esencia permanece. La televisión perdió fuerza frente al monstruo de las redes sociales, sobre todo en 2025 con TikTok y luego Instagram.
Veamos un poco la letra: “Hay un montón de personas bonitas | Quieren que te coloques (que te drogues) | Todas las personas bonitas | Te dejarán triste e impresionado”.
Esa imagen de las “personas bonitas” la podemos adaptar a los tiktokers o creadores de contenido actuales, que solo quieren que te “coloques” (los sigas) para luego dejarte vacío. En “The Dope Show”, Manson juega con la idea de las drogas, que aunque podrían ser literales, yo las interpreto como la adicción a la televisión o, ahora, al TikTok.

Y está la que, para mí, es la línea más certera para este paralelismo con la era digital que nos consume y hunde: “Te aman cuando estás en todas las portadas | Cuando no lo estás, aman a otra persona”. No hace falta ser filósofo para entender que la fama es efímera, y quienes hoy te ponen en un pedestal, mañana te olvidan.
Marilyn Manson lo anticipó en el 1998
Enfrentamos tiempos en que la atención se mide en 15 segundos antes del swipe. Tiempos en que los likes son validaciones de mensajes superfluos y hasta dañinos. Y es en medio de eso que debemos dudar de cómo consumimos las tendencias digitales.
Quizá, antes de dejarnos llevar por la corriente, valga la pena preguntarnos si somos espectadores… o parte de ese show.

 
		 
			

















