Una nueva erupción del volcán Lewotobi, ubicado en la isla de Flores al este de Indonesia, provocó este viernes una columna de ceniza que se elevó hasta los 10 kilómetros de altura.
La Agencia Nacional de Vulcanología confirmó que la nube fue “medida en aproximadamente 10 mil metros desde la cima del cráter”; información que coincide con reportes de Reuters y otras agencias internacionales.
El fenómeno ocurrió a las 20:48 horas, según la hora local, tras semanas de acumulación de gases en el sistema volcánico. Muhamad Wafid, director del organismo vulcanológico, advirtió que estas condiciones pueden generar flujos de lodo o lahars si se presentan lluvias intensas, lo que representa un riesgo considerable para las comunidades asentadas aguas abajo.
Hasta el momento no se reportan víctimas ni daños materiales, pese a que el volcán ha mantenido una actividad intermitente, incluyendo una fuerte erupción en julio pasado que lanzó cenizas hasta 18 kilómetros y obligó a suspender decenas de vuelos en el aeropuerto internacional de Bali.

Precaución por actividad del volcán Lewotobi
Por precaución, las autoridades han delimitado una zona de exclusión de entre 6 y 7 kilómetros alrededor del cráter. Se ha instado a turistas y pobladores a mantenerse alejados y estar atentos ante la posibilidad de deslizamientos de lodo. En los últimos reportes, también se mencionó la aparición de rayos volcánicos dentro de la columna de ceniza, iluminada por el resplandor rojo de la lava descendente.
Este episodio del volcán forma parte de una fase de alta actividad eruptiva que ha caracterizado al Lewotobi en los últimos años. El sistema está compuesto por dos conos: el Laki‑Laki (1,584 metros), que concentra la mayor parte de la actividad actual, y el Perempuan (1,703 metros), más estable.
Desde finales de 2023, el cono Laki‑Laki ha forzado evacuaciones masivas, especialmente en noviembre de 2024; cuando al menos nueve personas fallecieron a causa de explosiones de ceniza y flujos piroclásticos en aldeas cercanas.
Indonesia, asentada en el llamado Anillo de Fuego del Pacífico, registra una intensa actividad sísmica y volcánica. Con cerca de 120 volcanes activos monitoreados; muchos se localizan en zonas densamente pobladas y destinos turísticos de alto tránsito.


















