La tarde de este jueves se presenció uno de los actos más repugnantes e inhumanos, y es que obreros que laboraban en la construcción de un cauce en el sector de El Dorado, en Managua, descubrieron el cuerpo sin vida de un feto de aproximadamente ocho meses de gestación, arrojado como si se tratara de un objeto sin valor.
El cuerpecito, aún con rasgos claramente humanos, fue hallado a la intemperie, sin ningún tipo de cobertura, rodeado de desechos, concreto y materiales de obra; un descubrimiento escalofriante que paralizó momentáneamente el trabajo de los obreros y que desató una oleada de indignación.
No hay explicación que valga. Solo una mente enferma, una mujer sin alma ni corazón, puede ser capaz de cometer semejante monstruosidad. La repulsión que genera este crimen atraviesa toda lógica y humanidad. No se trata solo de un delito; se trata de un desprecio brutal hacia la vida, hacia la inocencia, hacia todo lo que representa la esperanza de un ser por nacer.
La Policía Nacional se presentó al sitio del hallazgo y ya ha iniciado una investigación para dar con el paradero de la responsable de este hecho atroz; las autoridades de Managua actuarán con firmeza para que este crimen no quede impune.
Obreros descubren feto en obra de cauce en Managua
El cuerpo del bebé fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Managua; donde se le realizarán los análisis correspondientes para determinar con exactitud el tiempo de gestación, posibles causas de muerte y cualquier otro indicio que ayude a esclarecer este caso.
